ENTREVISTA A YASSER ARAFAT
Bernardo Neustadt: ¿Podría usted recordar, con dolor o no, la cantidad de atentados que hubo contra su vida?
Yasser Arafat: En primer lugar, me resulta muy difícil recordar cuántas veces esto sucedió. Pero es suficiente que recordemos lo que ha mencionado Sharon, en una de sus declaraciones, cuando dijo que catorce veces había intentado asesinarme. Y muchas otras veces en Beirut, dentro de nuestra propia Patria, en Túnez y en muchos otros lugares. Pero yo tengo muchísima fe. Yo tengo fe en Dios.
Neustadt: Señor presidente, ¿cree que países como Irán protejen, o alientan, o exportan estos actos de terrorismo que hemos padecido, un día en la Embajada de Israel, en la Argentina, y otro día casi cien muertos en un instituto argentino-judío?
Arafat: En primer lugar, usted sabe que los grupos fanáticos están recibiendo apoyo de Irán y de algunos países árabes para hacer explotar el proceso de paz. Y, al mismo tiempo, para permitir el proceso de grupos fanáticos en muchos lugares. En realidad el objetivo es estropear todo el buen proceso que se está logrando en esta Tierra. Pero, al mismo tiempo, es muy importante que todo el mundo sepa que nuestro pueblo, el pueblo palestino, la nación árabe y las naciones islámicas no van a aceptar lo que están haciendo.
Neustadt: Señor, usted hizo la paz después de años y años de lucha a sangre y fuego. ¿Qué lo hizo cambiar?
Arafat: Después de la Guerra del Golfo nos pusimos de acuerdo en la iniciativa del presidente Bush para ir a la Conferencia de Madrid y participar de la misma. Antes de eso nos habíamos puesto de acuerdo sobre diez puntos presentados por el presidente Mubarak de Egipto y los cinco puntos presentados por el señor Baker. Y hemos continuado con negociaciones que se realizaron a través de las fuerzas multinacionales en distintas capitales y las conversaciones bilaterales que se realizaron en Washington. Pero los israelíes estaban empleando maniobras hasta que empezaron las negociaciones secretas en la ciudad de Oslo para lograr la paz. Pero también tenemos que hablar con franqueza. Todavía seguimos enfrentando algunas dificultades. Los israelíes están creando obstáculos y están demorando la entrega de todas las responsabilidades necesarias en el margen occidental. Les estoy pidiendo a los co sponsors y a la comunidad internacional, y se lo he explicado a Su Excelencia, el presidente Carlos Menem. Le he pedido su asistencia y su ayuda, y también su apoyo. Este es un llamado mío. Un llamado desde Gaza que hago a toda la comunidad internacional para que nos ayude a defender el proceso de paz, a través de una implementación real de lo acordado. Israel no tiene derecho a hacer ningún cambio demográfico, ni tampoco a discutir con nadie más. A tener conversaciones con algún otro tipo de asociado sobre la situación de la ciudad sagrada de Jerusalém. Solamente puedo discutirlo con los palestinos.
Neustadt: Le voy a pedir un favor. Que acepte esta pregunta desde mi condición de argentino. En un país que hace menos de un mes se encontró con cien muertos, a propósito de una bomba puesta por el conflicto que hay en Medio Oriente. Acepte usted que esta pregunta tiene el egoísmo de nuestros muertos, que son argentinos. Y judíos. O no judíos. ¿Vale tan poco la vida en Medio Oriente como para que una paz tan chiquita como la que ustedes han conseguido, tenga como contrapago tanta sangre allí y aquí? ¿Qué se puede hacer para que un país como la Argentina no sea el blanco de los fanáticos de la muerte?
Arafat: Primero, ustedes tienen que entender que lo que está pasando en Medio Oriente no es solamente un problema. Ni aquí ni allá. Esta es la Tierra Santa. Los lugares sagrados de ustedes, también están en Tierra Santa. Nuestros lugares sagrados están ubicados en esta misma Tierra Santa. Y, al mismo tiempo, para lograr una paz real en esta tierra sagrada y santa, hay algunos sacrificios que se han dado aquí y allá. No se trata, solamente, de un lugar en el mapa. Es mucho más que eso. Esta es la Tierra Sagrada. Una Tierra Santa para judíos, cristianos y los musulmanes de todo el mundo. Sin duda que yo condeno totalmente lo que ha sucedido y envío mis condolencias a Su Excelencia, el presidente Carlos Menem, por las víctimas que resultaron de este ataque.
Neustadt: ¿Usted no puede hacer nada para evitarlo?
Arafat: Como le dije a Su Excelencia, el presidente Carlos Menem, estoy dispuesto a colaborar ofreciendo todas nuestras posibilidades para ayudar en esta ocasión. Es mi deber hacerlo así.
Neustadt: Veinte mil kilómetros hizo el satélite la semana pasada, para encontrarse con Rabin. Veinte mil, para encontrarse ahora, en Gaza con Arafat. Y yo me hago la misma pregunta que me vengo haciendo hace veinte años. ¿Es posible la paz?
Video: Yasser Arafat vía satélite en Tiempo Nuevo, 1994.
Bernardo Neustadt: ¿Podría usted recordar, con dolor o no, la cantidad de atentados que hubo contra su vida?
Yasser Arafat: En primer lugar, me resulta muy difícil recordar cuántas veces esto sucedió. Pero es suficiente que recordemos lo que ha mencionado Sharon, en una de sus declaraciones, cuando dijo que catorce veces había intentado asesinarme. Y muchas otras veces en Beirut, dentro de nuestra propia Patria, en Túnez y en muchos otros lugares. Pero yo tengo muchísima fe. Yo tengo fe en Dios.
Neustadt: Señor presidente, ¿cree que países como Irán protejen, o alientan, o exportan estos actos de terrorismo que hemos padecido, un día en la Embajada de Israel, en la Argentina, y otro día casi cien muertos en un instituto argentino-judío?
Arafat: En primer lugar, usted sabe que los grupos fanáticos están recibiendo apoyo de Irán y de algunos países árabes para hacer explotar el proceso de paz. Y, al mismo tiempo, para permitir el proceso de grupos fanáticos en muchos lugares. En realidad el objetivo es estropear todo el buen proceso que se está logrando en esta Tierra. Pero, al mismo tiempo, es muy importante que todo el mundo sepa que nuestro pueblo, el pueblo palestino, la nación árabe y las naciones islámicas no van a aceptar lo que están haciendo.
Neustadt: Señor, usted hizo la paz después de años y años de lucha a sangre y fuego. ¿Qué lo hizo cambiar?
Arafat: Después de la Guerra del Golfo nos pusimos de acuerdo en la iniciativa del presidente Bush para ir a la Conferencia de Madrid y participar de la misma. Antes de eso nos habíamos puesto de acuerdo sobre diez puntos presentados por el presidente Mubarak de Egipto y los cinco puntos presentados por el señor Baker. Y hemos continuado con negociaciones que se realizaron a través de las fuerzas multinacionales en distintas capitales y las conversaciones bilaterales que se realizaron en Washington. Pero los israelíes estaban empleando maniobras hasta que empezaron las negociaciones secretas en la ciudad de Oslo para lograr la paz. Pero también tenemos que hablar con franqueza. Todavía seguimos enfrentando algunas dificultades. Los israelíes están creando obstáculos y están demorando la entrega de todas las responsabilidades necesarias en el margen occidental. Les estoy pidiendo a los co sponsors y a la comunidad internacional, y se lo he explicado a Su Excelencia, el presidente Carlos Menem. Le he pedido su asistencia y su ayuda, y también su apoyo. Este es un llamado mío. Un llamado desde Gaza que hago a toda la comunidad internacional para que nos ayude a defender el proceso de paz, a través de una implementación real de lo acordado. Israel no tiene derecho a hacer ningún cambio demográfico, ni tampoco a discutir con nadie más. A tener conversaciones con algún otro tipo de asociado sobre la situación de la ciudad sagrada de Jerusalém. Solamente puedo discutirlo con los palestinos.
Neustadt: Le voy a pedir un favor. Que acepte esta pregunta desde mi condición de argentino. En un país que hace menos de un mes se encontró con cien muertos, a propósito de una bomba puesta por el conflicto que hay en Medio Oriente. Acepte usted que esta pregunta tiene el egoísmo de nuestros muertos, que son argentinos. Y judíos. O no judíos. ¿Vale tan poco la vida en Medio Oriente como para que una paz tan chiquita como la que ustedes han conseguido, tenga como contrapago tanta sangre allí y aquí? ¿Qué se puede hacer para que un país como la Argentina no sea el blanco de los fanáticos de la muerte?
Arafat: Primero, ustedes tienen que entender que lo que está pasando en Medio Oriente no es solamente un problema. Ni aquí ni allá. Esta es la Tierra Santa. Los lugares sagrados de ustedes, también están en Tierra Santa. Nuestros lugares sagrados están ubicados en esta misma Tierra Santa. Y, al mismo tiempo, para lograr una paz real en esta tierra sagrada y santa, hay algunos sacrificios que se han dado aquí y allá. No se trata, solamente, de un lugar en el mapa. Es mucho más que eso. Esta es la Tierra Sagrada. Una Tierra Santa para judíos, cristianos y los musulmanes de todo el mundo. Sin duda que yo condeno totalmente lo que ha sucedido y envío mis condolencias a Su Excelencia, el presidente Carlos Menem, por las víctimas que resultaron de este ataque.
Neustadt: ¿Usted no puede hacer nada para evitarlo?
Arafat: Como le dije a Su Excelencia, el presidente Carlos Menem, estoy dispuesto a colaborar ofreciendo todas nuestras posibilidades para ayudar en esta ocasión. Es mi deber hacerlo así.
Neustadt: Veinte mil kilómetros hizo el satélite la semana pasada, para encontrarse con Rabin. Veinte mil, para encontrarse ahora, en Gaza con Arafat. Y yo me hago la misma pregunta que me vengo haciendo hace veinte años. ¿Es posible la paz?
Video: Yasser Arafat vía satélite en Tiempo Nuevo, 1994.
Bernardo Neustadt
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Si desea enviar un mensaje a Bernardo Neustadt puede hacerlo escribiendo a bernardo.neustadt@gmail.com
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