REVISTA EXTRA - AÑO V - N° 46 - MAYO 1969
EL GRAN "DAVID"
Entrevista a David Ben Gurion
Nosotros queremos poblar la Patagonia. ¿Con inmigración interna? Habrá que alquilar místicas además de alimentar esperanzas económicas. Ben Gurion, el patriarca, el profeta, el iluminado, el Gran "David", como le diríamos en la Argentina, desde el 7 de diciembre de 1953 en que se retira a Sde Poker en el Neguev, sueña con un desierto pleno de jóvenes israelíes. Entonces va y se instala. En estos momentos perfecciona su latín y su griego, pues quiere ir al encuentro más puro posible con Platón, con Sócrates.
Extra: ¿Tiene razón la juventud en su rebeldía?
David Ben Gurion: Depende de cual. La que yo conozco, o estudia en las universidades, o trabaja en los kibutzines, o está en la guerra. Y esta juventud de Israel es mejor que la juventud judía de hace 40 o 60 años. Hacen su propia revolución. Claro, no conozco la otra juventud del mundo a la que le sobra tiempo. De cualquier modo, me parece que a la juventud de hoy en general, le confiero una ventaja: confía en sí misma.
Extra: ¿La figura del siglo?
Ben Gurion: Churchill, sin lugar a dudas.
Extra: Opine sobre Adenauer.
Ben Gurion: Una de las inteligencias más finas y más claras...
Extra: ¿Cómo prevee el mundo bajo la administración Nixon, en cuyo club de golf, dicen, está prohibida la entrada de judíos?
Ben Gurion: Lo conozco poco. Pero todo presidente de los EE.UU. quiere la paz aquí. No se asombre. El primer líder mundial que habló sobre la creación del Estado de Israel y lo propuso fue José Stalin. En 1947 le dio instrucciones precisas a Gromyko en las Naciones Unidas. Los mejores líderes del mundo hasta 1965 fueron De Gaulle, Adenauer, y Churchill. ¿Ahora? Prefiero no hablar…
Extra: ¿Cómo la ve o cómo presiente a Alemania?
Ben Gurion: Lejos del nazismo. Sobre todo la juventud.
Extra: ¿Qué juicio le merece Nasser?
Ben Gurion: Tan inteligente cuanto equivocado.
Extra: ¿Usted se sentaría a conversar con Nasser sobre la paz?
Ben Gurion: Ya mismo. Ya en 1933 tuve conversaciones con árabes. Viajé a El Cairo. Después de 1948, también. El 27 de marzo del año pasado le mandé decir a Nasser con un periodista que si él quería yo estaba pronto a ir a El Cairo a conversar personalmente sobre el tema. En estos momentos soy un ciudadano privado, no represento al Gobierno, pero estoy seguro que Golda Meir o el mismo Dayan irían tranquilamente a discutir la paz. Dayan sabe lo que pasa en Egipto porque conoce mucho a los árabes. Si hay un dirigente único, capaz y que tiene la autoridad total para alcanzar el entendimiento, se llama Nasser. Lo que pasa es que él tiene tres grandes ambiciones: una, ser el líder de los pueblos de Africa; otra, de los musulmanes; y una tercera, ser la cabeza de los países árabes. Esto último lo tiene conseguido. ¿Por qué no juega entonces la carta de la paz?
Extra: Defíname a los judíos de la Argentina.
Ben Gurion: Los judíos de Israel se parecen a los no judíos de la Argentina (risas).
Extra: ¿Y sobre la Iglesia y su revisionismo?
Ben Gurion: El versículo de San Pablo de la Epístola Corintia, capítulo 13, hablaba de "fe, esperanza, y amor". La Iglesia católica, apostólica, romana, tradujo la trilogía: ubicó caridad por amor. Ahora enmendó el yerro y volvió al amor. Si todo lo das, pero sin amor, no das nada...
Extra: ¿Volvería al poder?
Ben Gurion: Ya dije basta. El país nunca es una persona privada.
Extra: ¿Cómo en medio de una guerra Israel sigue jugando a vivir en la democracia?
Ben Gurion: Los judíos vivimos muchas dictaduras. No queremos experimentar.
Extra: ¿Y éste desencuentro entre Golda Meir y su ahijado Moshe Dayan?
Ben Gurion: Para no lastimar a nadie, no hablaré ni de Golda ni de Dayan (él quiere furiosamente a Dayan en el poder).
Extra: Israel tiene algunos aspectos económicos y sociales, caso el Kibutz, una planificación comunista...
Ben Gurion: Rusia se llama comunista pero nada justifica el nombre. Es un país manejado por una minoría arbitraria. El judío de Rusia al llegar a Israel se vuelve anticomunista.
Extra: ¿No tienen ninguna culpa los judíos cuando se desatan tantas persecuciones en 4.000 años?
Ben Gurion: Sí. A veces la culpa del miedo. A veces la de su inteligencia. En general, para mí la persecución casi siempre tiene raíces religiosas.
Extra: Del Israel que soñó, al Israel de hoy, ¿Qué falta y qué sobra?
Ben Gurion: Sobrar, nada. Faltar, mucho. Yo estoy escribiendo un libro para probar que aún Israel no ha terminado de ser un país. Como tengo 83 años, escribí el principio y el final de las dudas. Recién ahora estoy haciendo el relleno del medio. Y mi teoría asombrará. No equivocarse: el Estado de Israel no depende de los árabes, sino de los judíos. Sólo desde una democracia social como la nuestra, podemos dar este ejemplo místico. ¿Lo que falta? Poblar el Neguev. En defensa se alcanzó el ideal. La guerra de los 6 días lo probó...
Envuelto en sus libros, en su fervor y en su desierto, dialogar con Ben Gurion es como sentarse al lado de Moisés y pedirle que nos preste sus famosas tablas. Así nos sentimos.
Bernardo Neustadt Nosotros queremos poblar la Patagonia. ¿Con inmigración interna? Habrá que alquilar místicas además de alimentar esperanzas económicas. Ben Gurion, el patriarca, el profeta, el iluminado, el Gran "David", como le diríamos en la Argentina, desde el 7 de diciembre de 1953 en que se retira a Sde Poker en el Neguev, sueña con un desierto pleno de jóvenes israelíes. Entonces va y se instala. En estos momentos perfecciona su latín y su griego, pues quiere ir al encuentro más puro posible con Platón, con Sócrates.
Extra: ¿Tiene razón la juventud en su rebeldía?
David Ben Gurion: Depende de cual. La que yo conozco, o estudia en las universidades, o trabaja en los kibutzines, o está en la guerra. Y esta juventud de Israel es mejor que la juventud judía de hace 40 o 60 años. Hacen su propia revolución. Claro, no conozco la otra juventud del mundo a la que le sobra tiempo. De cualquier modo, me parece que a la juventud de hoy en general, le confiero una ventaja: confía en sí misma.
Extra: ¿La figura del siglo?
Ben Gurion: Churchill, sin lugar a dudas.
Extra: Opine sobre Adenauer.
Ben Gurion: Una de las inteligencias más finas y más claras...
Extra: ¿Cómo prevee el mundo bajo la administración Nixon, en cuyo club de golf, dicen, está prohibida la entrada de judíos?
Ben Gurion: Lo conozco poco. Pero todo presidente de los EE.UU. quiere la paz aquí. No se asombre. El primer líder mundial que habló sobre la creación del Estado de Israel y lo propuso fue José Stalin. En 1947 le dio instrucciones precisas a Gromyko en las Naciones Unidas. Los mejores líderes del mundo hasta 1965 fueron De Gaulle, Adenauer, y Churchill. ¿Ahora? Prefiero no hablar…
Extra: ¿Cómo la ve o cómo presiente a Alemania?
Ben Gurion: Lejos del nazismo. Sobre todo la juventud.
Extra: ¿Qué juicio le merece Nasser?
Ben Gurion: Tan inteligente cuanto equivocado.
Extra: ¿Usted se sentaría a conversar con Nasser sobre la paz?
Ben Gurion: Ya mismo. Ya en 1933 tuve conversaciones con árabes. Viajé a El Cairo. Después de 1948, también. El 27 de marzo del año pasado le mandé decir a Nasser con un periodista que si él quería yo estaba pronto a ir a El Cairo a conversar personalmente sobre el tema. En estos momentos soy un ciudadano privado, no represento al Gobierno, pero estoy seguro que Golda Meir o el mismo Dayan irían tranquilamente a discutir la paz. Dayan sabe lo que pasa en Egipto porque conoce mucho a los árabes. Si hay un dirigente único, capaz y que tiene la autoridad total para alcanzar el entendimiento, se llama Nasser. Lo que pasa es que él tiene tres grandes ambiciones: una, ser el líder de los pueblos de Africa; otra, de los musulmanes; y una tercera, ser la cabeza de los países árabes. Esto último lo tiene conseguido. ¿Por qué no juega entonces la carta de la paz?
Extra: Defíname a los judíos de la Argentina.
Ben Gurion: Los judíos de Israel se parecen a los no judíos de la Argentina (risas).
Extra: ¿Y sobre la Iglesia y su revisionismo?
Ben Gurion: El versículo de San Pablo de la Epístola Corintia, capítulo 13, hablaba de "fe, esperanza, y amor". La Iglesia católica, apostólica, romana, tradujo la trilogía: ubicó caridad por amor. Ahora enmendó el yerro y volvió al amor. Si todo lo das, pero sin amor, no das nada...
Extra: ¿Volvería al poder?
Ben Gurion: Ya dije basta. El país nunca es una persona privada.
Extra: ¿Cómo en medio de una guerra Israel sigue jugando a vivir en la democracia?
Ben Gurion: Los judíos vivimos muchas dictaduras. No queremos experimentar.
Extra: ¿Y éste desencuentro entre Golda Meir y su ahijado Moshe Dayan?
Ben Gurion: Para no lastimar a nadie, no hablaré ni de Golda ni de Dayan (él quiere furiosamente a Dayan en el poder).
Extra: Israel tiene algunos aspectos económicos y sociales, caso el Kibutz, una planificación comunista...
Ben Gurion: Rusia se llama comunista pero nada justifica el nombre. Es un país manejado por una minoría arbitraria. El judío de Rusia al llegar a Israel se vuelve anticomunista.
Extra: ¿No tienen ninguna culpa los judíos cuando se desatan tantas persecuciones en 4.000 años?
Ben Gurion: Sí. A veces la culpa del miedo. A veces la de su inteligencia. En general, para mí la persecución casi siempre tiene raíces religiosas.
Extra: Del Israel que soñó, al Israel de hoy, ¿Qué falta y qué sobra?
Ben Gurion: Sobrar, nada. Faltar, mucho. Yo estoy escribiendo un libro para probar que aún Israel no ha terminado de ser un país. Como tengo 83 años, escribí el principio y el final de las dudas. Recién ahora estoy haciendo el relleno del medio. Y mi teoría asombrará. No equivocarse: el Estado de Israel no depende de los árabes, sino de los judíos. Sólo desde una democracia social como la nuestra, podemos dar este ejemplo místico. ¿Lo que falta? Poblar el Neguev. En defensa se alcanzó el ideal. La guerra de los 6 días lo probó...
Envuelto en sus libros, en su fervor y en su desierto, dialogar con Ben Gurion es como sentarse al lado de Moisés y pedirle que nos preste sus famosas tablas. Así nos sentimos.
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Si desea enviar un mensaje a Bernardo Neustadt puede hacerlo escribiendo a bernardo.neustadt@gmail.com
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